
El Enigma de la Dalia Negra

10/11/2015
BEATRIZ MORENO @Beamor94
Elizabeth Short, mejor conocida como “La Dalia Negra” – por su costumbre de vestir de negro- una joven de 24 años, con grandes sueños de brillar en Hollywood. Pero sus sueños fueron arrancados de la forma más brutal y despiadada.

La joven Elizabeth era conocida por su peculiar belleza, piel blanca, cabello negro y ojos azules que resaltaban su rostro. Nacida en 29 de junio de 1924, en una familia acomodada en Hyde Park, Massachusetts, desde pequeña admiraba los musicales de Fred Astaire y Ginger Rogers, ahí creció su amor por la actuación
A temprana edad comenzó a trabajar en Camp Cooke, base de la fuerza aérea estadounidense, donde se inició su historia de relaciones eróticas con diferentes hombres, en plena Segunda Guerra Mundial. Más adelante se mudo a Los Ángeles en busca de cumplir su sueño de triunfar en el cine.
Pero al verse acorralada en una ciudad desconocida y con desesperación por brillar, se comenzó a involucrar con personas peligrosas de Los Ángeles, en el submundo de Tinseltown, rodeada de drogas, alcohol, prostitución y mafia. Todo esto la arrastró al cine erótico de serie B.
Sin embargo, ella no fue la única que envolvió en este círculo oscuro de Los Ángeles, muchas otras jóvenes se involucraron también con las mafias y ninguna terminó como ella.
Una de las cosas alarmantes de este caso, es que Short era la imagen del famoso Hotel Cecil de California, conocido por sus escalofriantes historias paranormales e inexplicables casos y casualmente este fue el último lugar donde fue vista con vida.

Elizabeth fue hallada mutilada y descuartizada a la mitad, una mañana de 1947. El hallazgo lo hizo la señora Betty Bersinger quien paseaba junto a su hija de 3 años, por la Norton Avenue. Cuando Bersinger estaba atravesando por un solar abandonado cubierto de barro y hierba, a lo lejos observó un objeto blanco pero ella pensó que se trataba de un maniquí abandonado.
Al acercarse se consiguió con el cuerpo desnudo de Elizabeth Short, cortado a la mitad, con marcas de quemaduras de cigarro en los pechos, la cara desfigurada de una forma irreconocible y en las comisuras de los labios unas suturas simulando una macabra sonrisa y había sido colocado en una posición un poco extraña, simulando una bailarina.
La autopsia mostró que al cuerpo se le había extraído hasta la última gota de sangre. El cuerpo había sido cortado a la altura de la pelvis. En el muslo izquierdo había una mutilación donde Short tenía un tatuaje de una flor, se descubrió que el trozo de piel se le había introducido en la vagina.
Su cuerpo había sido bañado, borrando todo tipo de huellas dactilares y su cabello teñido de color rojizo, como si fuera poco, el asesino le hizo la manicura, como si tratara de hacer una “bella” obra de arte.
La joven fue torturada por 72 horas estando consciente. Murió debido a una hemorragia por un fuerte golpe que le ocasionó un traumatismo cerebral. Fue sodomizada, violada, torturada y mutilada, tanto viva como muerta. Además en su estómago se encontraron restos de excrementos humanos.

Nueve días después del asesinato, alguien – posiblemente el asesino- envió un paquete a Los Ángeles Examiner impregnado de gasolina, tal vez para borrar las huellas. Dentro se encontraron objetos personales de la víctima, fotografías, certificado de nacimiento, tarjeta de seguridad social y su obituario. La persona presuntamente uso letras de artículos sobre el caso para escribir una carta afirmando que volvería a matar.
La falta de pruebas impidió la acusación de los sospechosos, entre los que estaban Jack Aderson Wilson, quien tuvo una relación amorosa con Short y estuvo relacionado con otros asesinatos. También Robert Red Manley, un comerciante de 25 años, siendo la última persona que la vio con vida. Manley la recogió en San Diego y la dejó en el Hotel Cecil.
Sin embargo la precisión quirúrgica con la que el asesino dividió el cuerpo hizo pensar que se trataba de un “excelente cirujano” como lo declaró Harry Hansen, uno de los detectives asignados al caso.
Por lo mismo en 1996, Hansen planteó la teoría de que el asesino fue el cirujano Walter Alonzo Bayley, quien vivía cerca de donde se encontró el cuerpo de Elizabeth. Pero esta teoría no se pudo comprobar ya que Bayley murió de forma extraña un año después del asesinato.


Stephane Bourgoin, escritor especializado en asesinados sin resolver, investigó este caso por 35 años y dice haber encontrado el autor, lo explica en su libro “Oui a tué la Dahlia Noir? L´enigme enfin résolve.” Pero sin encontrar ninguna prueba contundente.
Este caso sigue siendo un enigma para la policía estadounidense y a pesar de los grandes avances tecnológicos en estos 68 años todavía no se ha logrado resolver, como lo expresó James Eloy en el 2004 en sus declaraciones para CBS “La Dalia Negra es un fantasma, una página en blanco que expresa nuestras fantasmas y nuestros deseos. Una Mona Lisa de la postguerra, un ícono de Los Ángeles”.